La identidad visual concebida para Ryder Rent tuvo su origen en un modesto boceto inicial de un logo en papel. A partir de esta semilla creativa, se desarrolló una potente identidad gráfica que ha consolidado la presencia de la marca en el sector. Este camino gráfico se ha trazado con una paleta de colores distintiva, manteniendo un enfoque minimalista para dirigir la atención de manera concreta. El rojo, de un significado profundo que evoca la pasión y la iniciativa, simboliza el nuevo modelo de negocio que Ryder Rent introduce como primera empresa especializada en el territorio. Este tono refleja el amor apasionado por el mundo del motor. A su vez, el negro, que es característico del asfalto, el humo, las ruedas y los derrapes, entre otros elementos distintivos, ha sido integrado de manera significativa en la identidad visual para transmitir la esencia y la energía asociadas con la experiencia de la competición.